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KISSHOMARU UESHIBA ( 1921-1999 ) |
Kisshomaru Ueshiba nació en Ayabe en la Prefectura de Kyoto el 27
de Junio de 1921 siendo el cuarto niño y el tercer hijo varón de
Morihei Ueshiba. El fundador estaba en ese entonces viviendo con su
familia cerca de las tierras del Centro Omoto en Ayabe donde él era un
creyente activo y promotor de la religión. También entrenó a algunos
estudiantes en un pequeño dojo que formó parte de su casa y se llamaba
el "Ueshiba Juku." Fue allí donde el famoso maestro de Daito-ryu Sokaku
Takeda vino y pasó varios meses en 1922.
Kisshomaru Sensei
todavía tiene recuerdos de su niñez de este colorido periodo en el
desarrollo del aikido. Morihei Sensei se mudó con su familia a Tokyo en
1927 donde Kisshomaru completó la mayoría de su educación formal. Se le
preguntó en una entrevista en 1983 cuando comenzó a entrenar artes
marciales, y respondió: "Hay un proverbio Japonés que dice, ‘Un niño que
viva en una tienda cercana a un templo cantará un sutra sin habérselo
enseñado.' De la misma forma, yo había comenzado mi práctica cuando era
un niño sin ni siquiera darme cuenta de ello... Alrededor de 1936 estaba
a mi cargo tomar ukemi de espada para mi padre cuando él iba a sitios a
dar exhibiciones. Yo practiqué un poco de kendo... y [también] el viejo
estilo de Kashima Shinto-ryu." Ya, en el manual de entrenamiento de
1938 titulado "Budo" publicado por Morihei, su hijo aparece en muchas de
las fotos técnicas como su uke.
Después de terminar el
bachillerato, Kisshomaru se inscribió en la Universidad de Waseda de
Tokio donde se graduó con un título de economía en 1942. También en ese
entonces, al principio de la Segunda Guerra Mundial, fue que a
Kisshomaru le fueron confiadas las operaciones del dojo Kobukan por el
Fundador quien se retiró a la población de Iwama en la Prefectura de
Ibaragi. Por ese tiempo, el dojo estaba casi vacío de estudiantes y las
obligaciones de Kisshomaru eran mayormente administrativas. Fue, entre
paréntesis, también en 1942 que él termino "aikido" fue oficialmente
adoptado en acatamiento de la póliza de estandarización de nombres del
Dai Nihon Butokukai.

Cerca de no enrolarse gracias al esfuerzo de la guerra, el edificio
del dojo estaba en peligro físico debido al bombardeo de Tokyo. En una
ocasión mientras era alumno de la Universidad de Waseda, Kisshomaru,
con la ayuda de varios vecinos, triunfaron escasamente en salvar el dojo
de volverse cenizas del área devastada por el fuego de Shinjuku.
Inmediatamente después de la conclusión de la guerra la práctica de
todas las artes marciales fue prohibida por el Cuartel General de los
Aliados y Kisshomaru le abrió las puertas del dojo a como 100 personas
que habían quedado damnificadas en el despertar del devastante
conflicto. Pasó parte de su tiempo en Tokyo y parte en Iwama durante
este periodo.
Cuando la práctica se renovó en Tokyo en
una base informal, muy pocos practicantes aparecieron pues la mayor
inquietud de la mayoría de la gente era sobrevivir. Pero por 1948, el
Zaidan Hojin Aikikai, el sucesor de la Fundación Kobukai, fue
establecida y poco a poco el dojo revivió. Teniendo una esposa, dos
hijos y varios uchideshi hambrientos que alimentar, Doshu fue en ese
entonces empleado a tiempo completo en compañías de seguridad y dió
clases de aikido en las mañanas y en las noches. Su padre permaneció en
Iwama entrenando a unos cuantos estudiantes cercanos, entre ellos
Morihiro Saito.
Cuando la práctica en Tokyo ganó fama, Kisshomaru
comenzó a dirigir parte de sus esfuerzos hacia la expansión del aikido a
un publico casi totalmente ignorante del arte. A punto notable fue una
gran exhibición dada en la tienda por departamento Takashimaya en 1956
donde por primera vez, no solo el Fundador, sino también instructores
avanzados hicieron técnicas. Kisshomaru escribió su primer libro
propiamente titulado "Aikido" en 1957 y otros les siguieron en
intervalos regulares. El crecimiento del aikido continuó progresivamente
y los dojos aparecieron en ciudades y escuelas por todo Japón. El
nombre "aikido" comenzó a ser familiar al publico Japonés en general
que podía ahora identificar al arte marcial.
La próxima
mayor frontera en la diseminación del aikido eran los países
extranjeros. Kisshomaru comenzó a enviar jóvenes, y talentosos
instructores al exterior para que pusieran dojo y, aunque precedido por
Koichi Tohei, el mismo viajó a USA por primera vez en 1963. A mediados
de la década de 1960, un gran número de practicantes llenó los espacios
del Aikikai Hombu Dojo además con la venida de extranjeros a Japón para
entrenar en la Meca del aikido. El fundador, que pasaba ahora en Tokyo
la mayoría del tiempo, ya rondaba por sus ochenta años y Kisshomaru y
Koichi Tohei eran las figuras principales del dojo.
Tras
la muerte en 1969 de OSensei, se produjo una disputa entre el nuevo
Doshu Kisshomaru Ueshiba y el Jefe Instructor Tohei, este último terminó
por dejar el Hombu dojo para establecer su propia escuela en 1974. Para
mediados de 1970 el aikido había crecido hasta el punto que el Doshu y
las figuras principales del Aikikai sintieron que el tiempo había pasado
para crear una "Federación Internacional de Aikido (IAF)." Federaciones
nacionales fueron reconocidas en numerosos países y el control de la
organización vino bajo el control del Zaidan Hojin Aikikai. Doshu se
volvió más ocupado que

nunca, sus ocupaciones lo llevaron a varias ciudades de USA, Europa y hasta Sudamérica.
En 1977, la tan esperada "Biografía de Morihei Ueshiba" del Doshu
fue publicada por Kodansha y generalmente es considerado el trabajo más
autorizado acerca de la vida de su padre. Fue, además, alrededor de este
tiempo cuando se empezó a rumorear que su propio hijo, Moriteru, iba a
ser el "Tercer Aikido Doshu". [El actual Doshu Moriteru Ueshiba asumió
la posición de liderazgo después de la muerte de su padre en Enero de
1999.]
El punto de vista del Doshu con respecto al aikido
enfatiza, técnicamente hablando, movimientos suaves, y circulares. El
carácter "maru" en su primer nombre era simbólico de su vista de la
esencia "circular" de la técnica del aikido. En términos filosóficos, el
mismo Doshu elocuentemente resume sus pensamientos acerca del arte
creado por su padre con estas palabras: "Los movimientos del aikido
están en perfecta concordancia con los movimientos del espíritu. Si uno
habla de problemas espirituales o arrojar su oponente sin herirlo
después de haberlo golpeado y pateado, no es convincente. En aikido,
fortalecemos el cuerpo y la mente a través de movimientos suaves los
cuales están en armonía con la naturaleza." Doshu permaneció
extremadamente activo dando innumerables exhibiciones y lecturas en
Japón y el exterior, hasta que falleció en Enero de 1999 por una
afección respiratoria.